Ayer terminé de leer "Suite Francesa" una novela de Iréne Némirovsky , escritora judía de origen ruso que emigró a Francia con sus padres ( más bien escapó) durante la revolución bolchevique y que más tarde se convirtió al catolicismo. Sin embargo, en 1942 fue detenida por la Gestapo, deportada y asesinada en un campo de concentración.
Transcurre en Francia durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. La primera parte nos cuenta como una serie de personajes huyen de París ante el inminente avance de las tropas alemanas. En la segunda parte los alemanes ya han ocupado Francia y los hechos transcurren en un pequeño pueblo donde las tropas se han instalado en las casas de sus habitantes.
Sorprende la lucidez con la que describe a los personajes y el conocimiento psicológico de ellos. A pesar de lo joven que era y de las circunstancias tan difíciles en las que escribió el libro.
Muy recomendable.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Rutas en otoño.
Aprovechando el buen tiempo y que la vendimia se ha retrasado, el pasado sábado hicimos una caminata por el monte.
Dejamos el coche en la fuente de Doña Ciana y empezamos la marcha bordeando la Casa del Torreón por el camino de la derecha. Luego tomamos la senda que sube por la garganta de Muñogrande y que transcurre por un bosque de robles. Se va bordeando la garganta pero sin atravesarla y llegando a la altura de la romería, más o menos, se gira a la derecha. Así llegamos hasta la Pasada del Horco y desde allí yendo siempre hacia el oeste y cruzando alguna que otra garganta, se llega hasta la de Lanchamala. Desde allí empiezas a bajar para llegar de nuevo a la Casa del Torreón y fin de la ruta.
Casi todo el camino transcurre entre robles, alisos o enebros, pero también atraviesas algunos prados y claros o zonas de monte bajo y, la verdad, se agradecía el sol, pues aunque hacía una mañana espléndida, allí arriba se nota más que ya estamos en otoño.
Me habría gustado tener fotos para ilustrar el camino, pero una vez más me dejé la cámara en casa. La próxima vez no se me olvida, lo prometo.
Dejamos el coche en la fuente de Doña Ciana y empezamos la marcha bordeando la Casa del Torreón por el camino de la derecha. Luego tomamos la senda que sube por la garganta de Muñogrande y que transcurre por un bosque de robles. Se va bordeando la garganta pero sin atravesarla y llegando a la altura de la romería, más o menos, se gira a la derecha. Así llegamos hasta la Pasada del Horco y desde allí yendo siempre hacia el oeste y cruzando alguna que otra garganta, se llega hasta la de Lanchamala. Desde allí empiezas a bajar para llegar de nuevo a la Casa del Torreón y fin de la ruta.
Casi todo el camino transcurre entre robles, alisos o enebros, pero también atraviesas algunos prados y claros o zonas de monte bajo y, la verdad, se agradecía el sol, pues aunque hacía una mañana espléndida, allí arriba se nota más que ya estamos en otoño.
Me habría gustado tener fotos para ilustrar el camino, pero una vez más me dejé la cámara en casa. La próxima vez no se me olvida, lo prometo.
viernes, 10 de septiembre de 2010
¡Qué bien se está de vacaciones!
lunes, 6 de septiembre de 2010
Desde el Mediterraneo
Aunque hoy escribo desde el Mediterraneo, quiero recordar el mar luminoso de Galicia. Esa sensación de estar rodeado de belleza. Los atardeceres frente a las islas Cies. El sol poniéndose en un mar sin fin. Los paseos en barca y la emoción de la pesca. Los baños en el mar. Y tambíén las tertulias en la mesa de piedra del jardín, las horas apacibles de lectura, la búsqueda de las plantas y arbolitos que me llevaré este año.
Luego la vuelta a Navaluenga y el reencuentro con las tareas diarias: la huerta, el riego de las macetas, las mermeladas, las mañanas en el colegio.
Y una nueva escapada a Altea. Última oportunidad de que la vista se deleite con el mar. A pesar de las tareas ineludibles siempre hay tiempo para la lectura, las siestas, las conversaciones con té y coca, los paseos con la jauria, las "pelis" de por la noche muchas veces dormitando.
Hoy los miembros de ETA a través de tres encapuchados con boina, han anunciado una nueva tregua. Pero ya nadie les hace caso.
Luego la vuelta a Navaluenga y el reencuentro con las tareas diarias: la huerta, el riego de las macetas, las mermeladas, las mañanas en el colegio.
Y una nueva escapada a Altea. Última oportunidad de que la vista se deleite con el mar. A pesar de las tareas ineludibles siempre hay tiempo para la lectura, las siestas, las conversaciones con té y coca, los paseos con la jauria, las "pelis" de por la noche muchas veces dormitando.
Hoy los miembros de ETA a través de tres encapuchados con boina, han anunciado una nueva tregua. Pero ya nadie les hace caso.
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